Este último trimestre hemos estado muy viajeros en el Aula de 2 años. Y es que en poquito espacio de tiempo realizamos dos salidas. Hoy os vamos a contar la primera de ellas. A finales de mayo, visitamos el Centro Medio Ambiental "Los Viveros".
No está muy lejos, está en pleno Santander, pero para nosotros suponía un largo recorrido así que fuimos en autobús. ¡Con lo que nos gusta! Isa ya en esta salida estaba de baja, recuperándose con su merecido reposo; así que en esta salida estuvieron con Natalia, nuestra "profe", y nos acompañaron Lucía y Sara (las "profes" en prácticas) y también aparezco yo, vuestra bloguera, como apoyo.
Nos recibieron los monitores del centro... uno de ellos, nos resultaba algo conocido 😉... Sí, tuvimos mucha suerte, porque uno de los responsables de las actividades del centro es tío de uno de nuestros "peques". ¡Todo queda en casa!
Nos encargaron una misión: ayudar a Sapo a encontrar su charca y posar en ella sus huevos para que puedieran nacer sus crías.
Teníamos que ir explorando el terreno en busca de pistas y de personajes que nos ayudaran a localizar la charca.
Así que buscamos al Pájaro Rojo que nos dijo que...
... encontrásemos a la Libélula y ella sí que, por fin, supo indicarnos dónde estaba la charca.
Allí, en el agua, posamos los huevos de Sapo para que pudieran nacer sus crías. Debíamos esperar un tiempo para verlas.
Para amenizar la espera, nos sentamos en semicírculo, como en las fogatas de los campamentos.
Y los monitores nos trajeron una caja sorpresa llena de... mmmm, pues al principio no sabíamos de qué; así que, los más valientes se acercaron para introducir sus manitas e intentar averiguar a través del tacto qué es lo que había en la caja sorpresa.
¿Y qué es lo que había?
¡¡Pues todo inofensivo!! ¡¡Nos habían engañado!! Había una mazorca de maíz, un tronco, madera, piñas, hojas... pero claro, sin mirar parecen otras cosas. ¡Qué valientes somos!
¡Y ahora nos van a enseñar a plantar romero! Aquí estamos muy atentos a las explicaciones... casi, casi, como en clase.
Cogemos tierra...
Cada vez nos gusta más mancharnos las manos.
...hacemos un agujerito con el dedo...
... quitamos las últimas hojas del tallo...
... lo plantamos.
¡Y ya está!
¡Vaya plantación!
Acabamos justo a tiempo para poder ver a los renacuajos recién nacidos.
Después hicimos un ejercicio de relajación a través de un cuento.
Pero, como estábamos de excursión , la relajación no podía durar mucho porque estábamos muy emocionados por salir del "cole"; así que, mientras esperábamos al autobús para volver, estuvimos jugando a los bolos (unos bolos hechos con material reciclado).
Y, tras hidratarnos (nos hizo muy buen día), después corrimos y jugamos libremente dándolo todo.
Algunos nos sentamos a descansar a la sombra y aprovechamos para hacernos selfies y poner caras raras... que nos reímos mucho con eso.
Y otros prefirieron seguir jugando a los bolos. ¡Ojo, que hay algunos con mucho estilo!
El autobús llegó y un poquito cansados, volvimos al colegio para poder desayunar y recobrar energía para poder seguir jugando, cantando, bailando... hasta que nuestras familias vinieran a buscarnos a la salida. Esperamos que os hayan contado toooodo lo que hicimos y si no, ya les habéis podido ver en plena acción.
Estad atentos a BabyMercedarias que, muy pronto, publicaremos nuestra siguiente salida. ¡Qué divertida! ¡Os esperamos!
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